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Si te han diagnosticado algún problema ginecológico que requiera cirugía, es normal que estés algo inquieta o te surjan muchas dudas. En nuestra Clínica de Especialidades Médicas en Cd. Juárez, contamos con especialistas en salud de la mujer, tratamos y vemos muchas patologías ginecológicas que requieren cirugía.
La cirugía ginecológica comprende dos técnicas principales: la Cirugía Laparoscópica y la Histeroscopía.
La Laparoscopía es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite intervenir sin abrir el abdomen, realizando solo pequeñas incisiones para extraer quistes y miomas.
La Histeroscopía, por otro lado, se utiliza para estudiar el interior del útero, examinando el endometrio para diagnosticar enfermedades. Se introduce un histeroscopio a través de la vagina para detectar pólipos y miomas, que pueden extirparse con otros instrumentos.
Esta intervención se lleva a cabo para tratar diversas afecciones benignas y malignas en el ámbito ginecológico.
Entre las afecciones benignas más comunes se encuentran:
Por otro lado, entre las afecciones malignas que pueden requerir cirugía se incluyen:
Se trata de una técnica en la que se introduce una cámara a través de la vagina y el cuello del útero para alcanzar el endometrio. Está indicada cuando en otros exámenes se sospecha que pueda existir alguna lesión en la capa más interna del útero. Permite detectar la presencia de miomas, pólipos, malformaciones uterinas, restos abortivos, lesiones cancerígenas e incluso un crecimiento exagerado del endometrio que puede favorecer que tengas reglas abundantes o sangrados fuera del período menstrual. Se trata de un procedimiento sencillo, en el que, durante el postoperatorio, no experimentarás nada más allá de las molestias típicas de la regla.
Consiste en la extirpación de uno o varios miomas. Se realiza solo en caso de que den sintomatología (sangrado, dolor con las relaciones sexuales, aumento de la frecuencia miccional, estreñimiento…), estén localizados en lugares que puedan impedir o dificultar el embarazo o en casos de crecimiento rápido.
En función del tamaño, número y localización se puede plantear si es necesario extirparlos. Se puede hacer de diferentes formas: por histeroscopia, por laparoscopia, por laparotomía (cirugía abierta abdominal) o incluso por la vagina.
Es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que se lleva a cabo para tratar lesiones del cuello del útero producidas por cambios celulares anormales asociadas al virus del papiloma humano, una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes. El objetivo es evitar que proliferen o acaben provocando un cáncer invasivo. Para extraer el tejido se aplica anestesia local y la intervención no suele durar más de 20-30 minutos. Es importante que realices tu revisión ginecológica anual para tomar las muestras y detectar las lesiones producidas por el virus del papiloma humano en estadios iniciales de manera que podamos ofrecerte un tratamiento conservador efectivo.
Se pueden realizar por diversos motivos: quistes que generan síntomas, cuando son de gran tamaño, cuando hay sospecha diagnóstica de que pueda tratarse de una lesión maligna o en algunas pacientes que tenga aumentado el riesgo de cáncer por alguna alteración genética. De nuevo, en función de tu edad y de las características del quiste se te ofrecerán dos opciones:
Consiste en extraer quistes de los ovarios. En la mayoría de los casos, se lleva a cabo practicando una laparoscopia.
Es un procedimiento que permite extirpar los ovarios y las trompas de Falopio. Uno o los dos ovarios y una o las dos trompas de Falopio. También es realiza mediante laparoscopia en la mayoría de las ocasiones.
La salpingectomía es una intervención quirúrgica que consiste en la extirpación de las trompas de Falopio en la mujer. Algunas de las causas por las que puede estar indicada son: prevención del cáncer de ovario, endometriosis, embarazo ectópico, inflamación crónica de las trompas o hidrosalpinx.
Nuestro equipo de especialistas en cirugías ginecológicas cuenta con más de 20 años de experiencia y está comprometido con tu salud y bienestar. Si estás buscando atención médica de calidad en Cd Juárez para tus problemas de vesícula, ¡contáctanos hoy mismo!
La cirugía ginecológica abierta implica hacer una incisión más grande en el abdomen para acceder a los órganos reproductores, mientras que la laparoscopía utiliza pequeñas incisiones y una cámara para realizar la operación de forma menos invasiva.
La recuperación después de una cirugía ginecológica puede variar según el tipo de procedimiento, pero generalmente dura de unas semanas a varios meses, dependiendo de la complejidad de la cirugía.
Los posibles riesgos y complicaciones de una cirugía ginecológica incluyen infección, sangrado excesivo, daño a órganos cercanos, problemas de cicatrización y reacciones adversas a la anestesia, entre otros.
Algunas cirugías ginecológicas pueden afectar la fertilidad, especialmente aquellas que implican la extirpación de órganos reproductores como los ovarios o el útero. Es importante discutir este tema con tu médico antes de la cirugía.
